"Ciudad de México, Morelos y Estado de México unen fuerzas para salvar el Bosque de Agua" | EL PAÍS México
Ciudad de México, Morelos y el Estado de México han emprendido este martes una sólida iniciativa para salvaguardar el Bosque de Agua, un corredor forestal que atraviesa las tres entidades y es fundamental para el suministro de agua en la región. Los tres gobiernos, pertenecientes al Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), han presentado un conjunto de medidas respaldadas por la administración de Claudia Sheinbaum, en el contexto de una crisis hídrica que ha impactado al país en los últimos años con creciente intensidad. El acuerdo firmado busca transformar esta área en un espacio natural protegido a nivel federal, lo que facilitaría el enfrentamiento de los desafíos que afectan al corredor, tales como la tala ilegal, la extracción de suelo virgen, el cambio de uso del suelo y los incendios forestales.
Desde su llegada al poder en octubre pasado, Clara Brugada, la jefa de Gobierno capitalina, ha puesto el ojo en el Bosque de Agua. El corredor verde atraviesa además de la capital, los dos Estados vecinos y cruza a su vez tres áreas naturales protegidas: el corredor biológico Ajusco-Chichinautzin, el parque nacional El Tepozteco y las Lagunas de Zempoala. Estas casi 250.000 hectáreas verdes albergan el 2% de la biodiversidad mundial, y el 10% de la biodiversidad del país, y es el actor que abastece el 70% del agua de Ciudad de México, y casi la totalidad de este recurso en Cuernavaca, la capital de Morelos, y Toluca, la capital del Estado de México. “Tiene una importancia estratégica para el centro de nuestro país, es la principal fuente de abastecimiento de agua, no solamente para la Ciudad de México, Cuernavaca y Toluca, sino para toda la región”, ha dicho la procuradora federal de Protección al Ambiente, Mariana Boy.
“Esta gran ciudad no vive del aporte que da Cutzamala o Lerma, vive del agua del subsuelo que se infiltra a través del Bosque de Agua”, ha defendido Brugada este martes en la presentación del acuerdo. Las medidas que han anunciado incluyen operativos para inspeccionar con mayor frecuencia la extracción ilegal de recursos forestales, desincentivar la tala y frenar los cambios de uso de suelo, además de proporcionar recursos para dar la lucha, como espacios para resguardar lo decomisado, y denunciar penalmente los delitos que detecten. Boy ha detallado que en los pasados tres meses han comenzado ya con los operativos de vigilancia, la instalación de filtros de control, así como los recorridos para controlar y las inspecciones en aserraderos para clausurar los ilegales.